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    Grupos fósiles en Tenerife. La peor solución

    Canarias: ¿Emergencia Energética o Marcha Atrás? El Peligro de los Nuevos Grupos Fósiles

    En las últimas semanas, el Boletín Oficial de Canarias ha publicado la autorización de tres nuevas plantas de grupos fósiles en Tenerife, amparándose en la «emergencia energética» declarada por el Gobierno de Canarias en octubre de 2023. El objetivo, según se argumenta, es garantizar el suministro ante el «riesgo cierto de cobertura» señalado por el operador del sistema.

    Sobre el papel, se han autorizado tres instalaciones que suman casi 40 MW de potencia gestionable:

    • Planta Los Abrigos (Granadilla de Abona): 14.8 MW promovidos por Disa, que funcionarán con 8 motores de gas (propano).
    • Planta Los Realejos: 14.7 MW a cargo de Sampol, basados en 8 grupos electrógenos diésel.
    • Planta La Campana (Santa Cruz de Tenerife): Otros 9 MW de Sampol, también con 5 generadores diésel.

    Ante una alerta sobre la seguridad de nuestro suministro, la respuesta parece lógica. Sin embargo, como técnico que ha dedicado su vida a estos sistemas, me veo en la obligación de preguntar: ¿estamos aplicando un parche necesario o hipotecando el futuro de la transición energética de Canarias con soluciones del siglo pasado?


    Un Vistazo Bajo el Capó: Riesgos Ambientales y de Seguridad Ocultos

    Estas autorizaciones, tramitadas por la vía de urgencia, arrastran una serie de condicionantes y alertas que no podemos pasar por alto. Los propios expedientes revelan un panorama preocupante que va mucho más allá de la simple generación de energía.

    Contaminación Atmosférica y Acústica en Zonas Pobladas

    Seamos claros: estamos instalando centrales de combustibles fósiles. El proyecto de Los Abrigos, a pesar de usar propano, admite en su propia documentación que se superarán los valores límite de NO2​ en las zonas colindantes, requiriendo un estudio de dispersión de gases a posteriori. Las plantas diésel de Los Realejos y La Campana necesitarán complejos sistemas de Reducción Catalítica Selectiva (SCR), cuya efectividad está ligada a un número limitado de horas de funcionamiento anual. A esto se suma el impacto acústico, tan severo que se exigen estudios específicos y, en el caso de La Campana, un sistema de monitorización continuo del ruido.

    Riesgos Industriales que Quitan el Sueño

    La seguridad es otro punto crítico. El análisis de riesgos de estas plantas parece haberse hecho con demasiada prisa:

    • Para la planta de Los Abrigos, se alerta de riesgos de explosión, incendio y «efecto dominó» sobre otras instalaciones industriales cercanas.
    • La planta de Los Realejos se ubicará en la zona de alerta del polígono industrial por la presencia de la pirotecnia Hermanos Toste.
    • La central de La Campana se proyecta dentro de la zona de influencia del Aeropuerto de Tenerife Norte, y el expediente advierte de que ni siquiera se ha estudiado el riesgo asociado al transporte de combustible.

    Conflictos Territoriales y un Urbanismo «a la Carta»

    Quizás el aspecto más flagrante es el desprecio por la ordenación del territorio. El caso de la planta de Los Abrigos es paradigmático:

    1. Se proyecta en el mismo emplazamiento que una futura planta de hidrógeno verde, haciendo inviables ambas a la vez si no se modifica una de ellas.
    2. Se ubica en un Suelo Urbano No Consolidado, sin la ordenación necesaria, lo que la hace disconforme con el Plan Insular de Ordenación de Tenerife (PIOT).

    ¿La solución? Un Decreto del Gobierno que acuerda la ejecución del proyecto y ordena la alteración del planeamiento. En la práctica, se modifica la ley para dar cabida a un proyecto que no la cumple. El propio Cabildo de Tenerife, en su informe sobre La Campana, critica que no se ha justificado el estudio de alternativas de localización.

    grupos fósiles en Tenerife

    Un Paso Atrás para la Transición Energética de Canarias

    Aunque se presenten como una medida temporal de tres años (prorrogables), estas centrales son un lastre. Las alegaciones de ciudadanos y ecologistas durante el periodo de información pública ya lo advertían: estas instalaciones obstaculizan la integración de energías renovables y el desarrollo del almacenamiento.

    Cada euro invertido en estas plantas, cada metro cuadrado de suelo ocupado y cada hora de ingeniería dedicada a ellas es un recurso que no se destina a soluciones reales y de futuro. Se crea un peligroso «efecto anclaje» (lock-in), que nos ata a los combustibles fósiles y ralentiza la innovación.


    La Alternativa Inteligente que ya Existe: Baterías con Capacidad «Grid Forming»

    La ironía es que no necesitamos reinventar la rueda. La tecnología para dar una respuesta rápida, limpia y eficaz a los desafíos de nuestra red ya existe y se llama almacenamiento en baterías con inversores «Grid Forming» (formadores de red).

    Lejos de ser un simple depósito de energía, esta tecnología es una auténtica navaja suiza para el operador del sistema. Un inversor Grid Forming permite que un sistema de baterías actúe como una central síncrona tradicional:

    • Crea su propia señal de tensión y frecuencia, aportando estabilidad y robustez a la red.
    • Aporta inercia sintética de forma instantánea, algo crucial en un sistema aislado con alta penetración de renovables.
    • Puede arrancar un sistema desde cero (black-start) tras un apagón, sin depender de generadores diésel.
    • Su respuesta es en milisegundos, no en los minutos que tarda en arrancar y sincronizarse un grupo térmico.

    Además de su superioridad técnica para emergencias, las baterías son un activo durante el 99% del tiempo en que no hay ninguna emergencia. Pueden almacenar los excedentes de energía solar y eólica para verterla en las horas de mayor demanda, reduciendo los vertidos de renovables, abaratando el precio de la energía para todos y facilitando el camino hacia la descarbonización.

    En definitiva, las baterías con capacidad Grid Forming son una inversión que trabaja para la transición energética de Canarias todos los días, no un parche contaminante que solo se activa en el peor de los casos.

    Conclusión: Visión de Futuro frente a Parches del Pasado

    La actual situación de vulnerabilidad de nuestro sistema eléctrico es real y fruto de años de inacción. Sin embargo, responder a una emergencia no puede ser la excusa para tomar decisiones que comprometen nuestro futuro ambiental, económico y territorial.

    Instalar centrales de combustibles fósiles que incumplen el planeamiento, generan riesgos de seguridad y contaminan nuestro aire es, sencillamente, un paso en la dirección equivocada. Canarias tiene el conocimiento, los recursos y la oportunidad de ser un referente mundial en la gestión de redes aisladas. Soluciones como las baterías Grid Forming no son ciencia ficción, son una realidad tecnológica y una inversión mucho más inteligente.

    Es el momento de exigir a nuestros responsables políticos una visión a largo plazo y la valentía para apostar por un futuro energético que sea verdaderamente seguro, limpio y sostenible.

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